Bogotá, septiembre 7 de 2017.- En el marco de la visita apostólica que realiza el Papa Francisco a Colombia, durante la mañana de este jueves 7 de septiembre, el Pontífice se reunió con 130 obispos del colegio episcopal colombiano.
El Papa agradeció el ministerio episcopal de los obispos del país y les animó a seguir ejerciéndolo con renovada generosidad.
Invitó a los prelados a dirigir su mirada para buscar caminos de paz con coraje. En este marco afirmó que la tarea de los obispos es singular.
Al referirse a la familia, animó a los prelados a promover una cultura de la defensa de la vida desde el vientre materno hasta su natural conclusión. Así mismo, expresó su preocupación por la fragilidad del vínculo matrimonial con su "trágicas consecuencias".
El Papa también les advirtió sobre el peligro que corren los jóvenes del país “amenazados por el vacío del alma y arrastrados en la fuga de la droga, en el estilo de vida fácil, en la tentación subversiva”.
El Santo Padre alentó a los obispos a conservar la serenidad y vivir la humildad de Dios.
El Papa exhortó a los obispos a no tener “miedo de alzar serenamente la voz para recordar a todos que una sociedad que se deja seducir por el espejismo del narcotráfico se arrastra a sí misma en esa metástasis moral que mercantiliza el infierno y siembra por doquier la corrupción y, al mismo tiempo, engorda los paraísos fiscales”.
El máximo líder de la Iglesia Universal destacó el ministerio sacerdotal y animó en el desafío de sostenerlos en la fiel y la cotidiana elección por Cristo. “Frecuentemente pesa la fatiga del trabajo cotidiano de la Iglesia. Ellos están en primera línea, continuamente circundados de la gente que, abatida, busca en ellos el rostro del pastor. La gente se acerca y golpea a sus corazones”.