Cartagena, 10 de septiembre de 2017.- En la ‘heroica’ Cartagena de Indias, reconocida nacionalmente como sede de los Derechos Humanos, el Papa Francisco celebró, en el área portuaria de Contecar, su última eucaristía en el marco de su visita apostólica a nuestro país.
Fue insistente en los temas de la dignidad y los derechos humanos como pilares fundamentales para alcanzar la paz. “No es posible convivir en paz sin hacer nada con aquello que corrompe la vida y atenta contra ella”, expresó el Pontífice, quien resaltó a quienes “con valentía y de forma incasable han trabajado y hasta han perdido la vida en la defensa y protección de los derechos de la persona humana y su dignidad”.
Guiado el evangelio de este domingo, enfocado en la corrección fraterna, el obispo de Roma recordó que un pecado cometido por alguien debe interpelar a todos, pero en primera instancia “a la víctima del pecado del hermano; ese está llamado a tomar la iniciativa para que, quien lo dañó, no se pierda.”
Recordó los dolorosos testimonios que durante estos días escuchó en las ciudades visitadas, resaltando la valentía de estas personas que han tomado la decisión de “dar el primer paso” para el perdón y la reconciliación. Destacó que Colombia lleva décadas buscando la paz y ésta se ha ido logrando gracias al acercamiento, al diálogo, al encuentro entre las distintas partes del conflicto y otros actores que se han ido incorporando “a este diálogo reparador de los pecados.” De ahí que haya sido enfático en afirmar que “siempre es rico incorporar en nuestros procesos de paz la experiencia de sectores que, en muchas ocasiones, han sido invisibilizados, para que sean precisamente las comunidades quienes coloreen los procesos de memoria colectiva”.
Expresó, además, que en medio de este panorama la comunidad de fe puede hacer un gran aporte a este paso nuevo que quiere dar Colombia: “A nosotros se nos exige generar «desde abajo» un cambio cultural: a la cultura de la muerte, de la violencia, respondemos con la cultura de la vida, del encuentro.”
Finalmente, el Papa Francisco dijo que para dar cumplimiento con el lema propuesto para esta visita, «Demos el primer paso», se debe disponer el corazón y orar por todos. “Estoy seguro de que hoy rezamos juntos por el rescate de aquellos que estuvieron errados y no por su destrucción, por la justicia y no la venganza, por la reparación en la verdad y no el olvido.”